El primer Informe Mundial sobre la Audición publicado el 2 de marzo de 2021 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que una de cada cuatro personas padecerá problemas auditivos para 2050. También, señala que actualmente hay más de 1.500 millones de afectados en todo el mundo por pérdidas auditivas.
En Argentina, el 18% de la población total posee algún tipo de discapacidad auditiva, según el Estudio Nacional sobre el Perfil de las Personas con Discapacidad realizado en 2018 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
En el año 2001, se promulgó en el país el Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia, la Ley 25415, que recoge el derecho de todo recién nacido a un estudio de su capacidad auditiva y tratamiento si es necesario. Asimismo, persigue los objetivos de fomentar la investigación en lo referente a la hipoacusia, coordinar los esfuerzos de las autoridades sanitarias y educativas para concienciar a la población y ofrecer de forma gratuita prótesis y audífonos para los afectados sin recursos económicos, entre otros.
Es un hecho natural que todos los seres humanos, con el paso del tiempo, vamos perdiendo la capacidad de audición. En función de la edad de la persona, los porcentajes de deficiencia auditiva (o hipoacusia) son distintos. Se estima que las pérdidas de audición comienzan a partir de los 20 años de edad. A partir de entonces y hasta los 40 años, el porcentaje de pérdida auditiva no suele alcanzar el 20%. Luego, entre esa edad y los 70 años, el porcentaje ronda entre el 20% y el 40%. Finalmente, a partir de la séptima década, la pérdida puede llegar hasta un 70%.
Sin embargo, en la mayoría de los casos estas deficiencias son imperceptibles, ya que no afectan a todas las frecuencias, sino únicamente a los sonidos agudos. Por ejemplo, con 85 años podemos seguir escuchando perfectamente las frecuencias graves (coches, ruidos de choque incluso leves, etc.), pero no los sonidos muy agudos (canto de los pájaros, voces de los niños, etc.).
Esto se debe a la fisionomía de nuestro aparato auditivo, pues la parte que más desgaste sufre es la cóclea (también conocida como caracol por su forma), localizada en el oído interno y que corresponde a las frecuencias agudas. No sucede así con la parte de la cóclea correspondiente a las frecuencias graves, que sufre menor desgaste. Por esta razón, seguimos escuchando mejor los sonidos graves a pesar de tener una avanzada edad.
“PONGA SUS OÍDOS A TRABAJAR”
Detectar a tiempo la pérdida auditiva es muy importante, ya que permite iniciar con antelación el tratamiento de corrección y, así, ayudar al afectado a conservar y rehabilitar su discapacidad auditiva.
En el ámbito social, la corrección temprana de la pérdida auditiva contribuirá a disminuir el riesgo de sufrir aislamiento social o de disminuir la capacidad intelectual, hasta el punto de contraer enfermedades degenerativas como el alzhéimer, al margen de un empeoramiento de la calidad de vida.
Los tratamientos para la hipoacusia permiten al oído conservar su agudeza auditiva. Erróneamente, se cree que el audífono va a hacer que el oído trabaje menos y se incremente la pérdida de audición. Pero, en realidad, sucede todo lo contrario: Una estimulación auditiva precoz y cotidiana activará las conexiones nerviosas del cerebro auditivo y evitará que estas se destruyan por falta de estímulos.
OÍR MEJOR… PARA VIVIR MEJOR
Así como la pérdida de agudeza visual es inevitable con la edad, la pérdida de audición también lo es. Se trata de un fenómeno natural del que nadie puede escapar y se denomina: Presbiacusia.
La pérdida auditiva es una discapacidad que puede afectar a su estado general y que, por tanto, debe ser tratada adecuadamente por un médico. El tratamiento eficaz de la pérdida auditiva genera un cambio positivo en la vida del paciente y le aporta múltiples beneficios, mejorando su estado general y por ende su calidad de vida.
Una vez se ha producido la pérdida, la persona afectada puede requerir del uso de audífonos. En Curbelo Salud somos expertos en audiología y ofrecemos un servicio de configuración y adaptación de sus audífonos por control remoto y mediante la asistencia telefónica. No dude en contactar con nosotros para más información.
Fuentes utilizadas:
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS), Informe Mundial sobre la Audición
UNESCO, Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia